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Y como que fue uno de esos días espectaculares, que uno termina realmente agotado, pero que siguen siendo espectaculares. Desde el viaje en tren, la teórica de análisis, con el tema lluvia e ida al cine. El práctico, que les juro que cada día estoy más enamorada de ese hombre, que no importa los chistes tontos que tira, de acá a que termine el cuatrimestre yo voy y lo abrazo.
Me harté de mate (y a ésto se debe gran parte del buen día), la vi a Clarita que la extrañaba con el alma, me reí me reí y me seguí riendo.
Y el viaje en colectivo, juro que hacía meses que no me reía tanto. Y sé que el resto de la gente que tuvo que soportarme cantando todas y cada una de las canciones de María Elena no lo disfrutó tanto como yo, pero realmente esos 40' entre Ciudad Universitaria y Corrientes, esquina Rodriguez Peña, se me pasaron volando.
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