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El mundo se volvió loco (si es que ya no lo estaba).
Tenerlo ahí, en mi cama, leyendo Borges mientras yo dormía abrazada a él, fue por lejos una de las cosas más locas que me podrían haber pasado. Y una de las más lindas, por cierto.
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1 comentario:

  1. Huelo un "hasta las manos", pero puede ser una mera aproximación de la realidad.

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