Reflecciones de un Recreo

En el patio del recreo, junto con mis compañeras del 3er año de polimodal.

-¿Cuánto ganará un preceptor?

-No ganan nada.

-Y si no hacen nada, ¿qué querés? ¿Que ganen lo mismo que un médico que se pasó once años de su vida estudiando?...-suelo hacer ese tipo de observaciones-.

-Tenés razón…

-…El otro día no sé quién se quejaba de lo caro que cobran los médicos, pero yo pienso: ¿no tienen todo el derecho del mundo de cobrar lo que se les ocurra para poder darse ciertos lujos después de haber hecho tanto esfuerzo en la vida? Porque a mí no me jodan, se merece más un buen sueldo alguien que pasó años comiendose libros antes que una mina que lo único que hace es bailar medio en bolas en un programa de entretenimientos, que seguro gana más que un médico.

-Es verdad, y ni siquiera son bailarinas. ¿Sabés lo poco que gana un bailarín de enserio?-ésa es Jose, una de mis mejores amigas, y una excelente bailarina de enserio-.

-La única solución en esta vida es jugar al fútbol, ¿vieron lo que gana Messí?

-¡¡¡Sí!!!Es impresionante, yo a mi hijo lo voy a hacer futbolista.

-¡No chicas! A los que les va re bien es a los tenistas. A mi hijo, apenas nasca, le encajo una raqueta.

-Pero tiene que tener predisposición genética para jugar bien…

-Tenés un hijo con un tenista y listo.

-No, sino la otra es que cuando sea chiquito, le haces muchas cirugías estéticas cosa que quede bien lindo, lo hacés modelo y ahí te hacés toda la plata...

-¿Y si lo querés por lo que es? ¿Y si lo dejás hacer lo que quiera? ¿Si dejás de darle tanta importancia a la plata? - dije después de flor de estupidez que había escuchado-.

Momento de reflexión entre mis compañeras.

-¡Así no vas a llegar a ningún lado Pilar!

Se equivocan. Voy. Y muy lejos. Más que ellas seguro.