He sido piloto en las peligrosas curvas de tu cuerpo.

He sido marino navegando en el tormentoso oleaje de tu pelo.

He sido domador ante la felina agresividad de tu mirada.

He sido cantor de la decadencia de tus pasos y poeta para escribirle versos a tus besos.

He sido pintor de tu sonrisa y el alfarero que modeló tus hombros y tus convexidades.

El cazador que atrapó los pícaros brillitos de tus ojos.

Y hasta un costurero cuando hubo que emparchar algunos baches del alma.

Y ahora vos querés hecharme de tu lado.

¿Sabés lo que te va a salir la indemnización de tanto personal?

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