Por momentos me hacías dudar, por momentos lo creía imposible.
Sólo que hoy, ya tanto tiempo después, ya tantos momentos perdidos, fue un baldaso de agua fría lo mismo.
Ya te digo, la pasé mal: cada pelea, cada distancia, todo era pequeños pinchazos en mi corazón.
Pero, ¿quién soy yo para juzgarte?.
Hoy creo comprender por qué hiciste lo que hiciste, y si te hizo bien (como creo que pasó), te perdono.
Porque a pesar de todo te sigo queriendo amigo mío.
-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.