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Los dos lo sintieron en el mismo instante y resbalaron el uno hacia el otro como para caer en ellos mismos, en la tierra común donde las palarbras y las caricias y las bocas los envolvían como la circunferencia al círculo, esas metáforas tranquilizadoras, esa vieja tristeza satisfecha de volver a ser el de siempre, de continuar, de mantenerse a flote contra el viento y marea, contra llamado y la caída.

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¿De qué sirve saber o creer saber que cada camino es falso si no lo caminamos con un propósito que ya no sea el camino mismo?
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Un amor que podía prescindir de su objeto, que en la nada enconbtraba su alimento, se sumaba quizá a otras fuerzas, las articulaba y las fundía en un impulso que destruiría alguna vez ese contento visceral del cuerpo hinchado de cerveza y papas fritas.
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... en el fondo él estaba bastante contento de sentirse así, de no haber vuelto, de estar siempre de ida aunque no supiera adónde.
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Es absolutamente perfecta en su manera de denunciar la falsa perfección de los demás.
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En estos momentos quisiera que estuvieras conmigo.
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Mi descargue, hace mil ya :)
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No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo.

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No quiero acostumbrarme a vivir este destino sin tu amor.

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¡Mirá estas manzanas! 

¡Son como para jugar a blancanieves!

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Y ya no te quiero.

Nana, seamos honestas:

ya no te quiero querer.

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Nadie tiene el mundo entero.
Todos tenemos medios mundos,
medio llenos, medio vacíos.
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Tú dices que amas la lluvia, 

sin embargo usas un paraguas cuando llueve.

Tú dices que amas el sol,

pero siempre buscas una sombra cuando el Sol brilla.

Tú dices que amas el viento,

pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. 

Por éso es que que tengo miedo cuando dices que me amas.

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Me acordé de ese momento en el que tuve un mincroinfarto en la escalera del subte. Hay ciertas cosas que no se le pueden decir a una chica enamorada mientras sube una escalera y peligra su vida. No, no se puede.
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A continuación, una lista confeccionada por mi amiga Clara hace unos buenos meses:

Ventajas de estar soltera:

-No me tengo que depilar (a Clara le gustan los pelos).
-Tengo más tiempo para mí y para mis amigos.
-Puedo dedicar 30% de mi tiempo a mi carrera de vedette.
-Puedo seguir (sólo) besando extraños en los viajes.
-Jamás he de volver a sentirme culpable por pensar/ besar/ cosas rústicas con ...
-Me ahorro plata de remís.
-No me despierto más con ronquidos.
-Me puedo comer al hermano.
-Puedo irme a bailar a donde quiera.
-Puedo retomar mi vida de hippie con Clara.
-No tengo que escuchar más pelotudeces sobre autos.
-Voy a adelgazar.
-Me va a alcanzar el crédito para todo el mes.
-No me rompen las pelotas en casa.
-No voy a tener que soportar su impuntualidad.
-Voy a adelgazar.
-No voy a tener que ver programas pelotudos de autos.
-Puedo perder el pañuelo de la virginidad con quien quiera.
-Cuando Alberto quiera, puedo fugarme con él.


A la lista habría que sumarle un hermoso dibujo en el que estoy representada con rastas, altas llantas, pechitos, un pasaje de tren a Córdoba, el pañuelo de la virginidad y un ependorf con N2 líquido.

Comentario: jamás adelgacé.
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Somos el catálogo de las posibilidades no fallidas. 

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Hay ciertas preguntas que sólo el viento sabe responder.
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